China planea construir una nave espacial de un Kilometro de largo

Tecnología Braylin Payano 1,855 Visitas 4 minutos de lectura

China planea construir una nave espacial de un Kilometro de largo
Imagen ilustrativa

China esta pensado en construir una nave espacial de 1 kilometro de largo lo que seria mucho más grande que la estación espacial internacional

El gobierno insta a los investigadores a investigar planes más ligeros y nuevas estrategias para recoger con seguridad esas gigantescas construcciones

China está examinando cómo desarrollar transbordadores enormes de hasta un kilómetro de longitud. La empresa es importante para una convocatoria más amplia de recomendaciones de investigación de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, una organización subvencionadora controlada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología del país. Un esquema del examen publicado en el sitio del establecimiento caracteriza estas pruebas como "un importante engranaje de aviación clave para la posterior utilización de los activos de la sala, la investigación de los secretos del universo y la vida de largo recorrido en círculo".

El establecimiento necesita que los investigadores dirijan la investigación sobre planos nuevos y más ligeros que puedan aliviar la carga de material que se pondría en el círculo a pesar de su tremendo tamaño, al igual que nuevos procedimientos para reunir de forma segura esos enormes diseños en el espacio. El estudio de posibilidades -no el desarrollo del supuesto cohete- requerirá cinco años y tendrá un plan de gastos de 15 millones de yuanes (apenas unos 2 millones de euros).

No obstante, cuando muchas pruebas son tan pequeñas como una caja de zapatos, ¿merece la pena hacer un aparato espacial de un kilómetro de largo? Además, aparte de eso, ¿es genial? Como dice el anterior jefe de innovación de la NASA, Mason Peck, a WordsSideKick.com, no es una idea especialmente inverosímil. "Creo que es totalmente realizable. Yo describiría los problemas de esta tarea no como obstáculos desfavorables, sino como cuestiones de escala", dice.

Cuestiones serias: coste y desarrollo

La cuestión fundamental será el coste de enviar esta construcción al espacio. Por ejemplo, la Estación Espacial Internacional (ISS), que sólo mide 110 metros en su longitud más extrema, requirió bastante tiempo y más de 100.000 millones de euros para su construcción, por lo que el coste de una lanzadera de un tamaño varias veces superior se eleva considerablemente. No obstante, mucho depende del tipo de construcción que los especialistas chinos pretendan fabricar. La ISS está repleta de hardware y está pensada para que quepan personas, lo que esencialmente amplía su masa. " No obstante, asumiendo que estamos buscando algo sencillamente largo y no muy pesado, es una historia diferente", apunta Peck.

Por otra parte, los procedimientos de desarrollo también podrían reducir el coste de llevar un aparato espacial monstruoso al espacio. La metodología habitual consiste en construir piezas en la Tierra y luego reunirlas como una especie de "Legos" en el círculo; sin embargo, la innovación de la impresión 3D podría transformar sustancias naturales minimizadas en piezas subyacentes mucho más grandes en el espacio. Es decir, "imprimir" un transbordador directamente sobre nuestras cabezas.

Además, habría una tercera opción: utilizar componentes no refinados obtenidos directamente de la Luna. Aprovechando que nuestro satélite tiene una gravedad más ligera que la nuestra, podríamos enviar materiales desde su superficie al espacio de forma bastante eficaz, aunque inicialmente se necesitaría un marco de envío en la Luna.

Un diseño de extensiones tan gigantescas también tendría diferentes problemas, como que al realizar movimientos como el acoplamiento de un vehículo de prueba u otro módulo, el efecto causaría vibraciones en todo el cohete que consumirían la mayor parte del día para apagarse, por lo que es probable que se necesiten amortiguadores o un control dinámico para controlar esas vibraciones, dice el anterior jefe de la NASA. Por otra parte, los gastos anuales de mantenimiento sólo en la ISS rondan los 2.700 millones de euros anuales. "Duplique eso para oficinas más grandes y rápidamente se convierte en un esfuerzo enorme y costoso de abarcar", aporta Peck.

¿Para qué puede ser útil?

Cuando la fundación se pone en marcha, la siguiente pregunta inteligente es: ¿para qué la utilizamos? Peck cree que la aplicación más alentadora es la lógica. Un telescopio espacial de ese tamaño podría "ser revolucionario para nuestra comprensión de los planetas extrasolares y posiblemente de la vida en el universo", afirma. Además, en función de su utilización, habría que pensar también en su altura. A menor altura, el arrastre del entorno exterior hace retroceder a los vehículos, obligándoles a retroceder continuamente en un círculo estable. "Esto es un inconveniente para la ISS", afirma Peck. Una construcción mucho más grande requeriría más combustible, lo que sin duda sería un problema. En cualquier caso, enviar un transbordador más lejos en el espacio es significativamente más costoso, además de que los niveles de radiación aumentan a medida que nos alejamos del círculo

Con todo, hay que recordar que los nuevos materiales y dispositivos podrían abordar un sorprendente salto subjetivo e innovador en sólo un par de años. Por ejemplo, en comparación con lo que costó hacer la ISS, el cohete reutilizable Dragon Crew que actualmente traslada a los exploradores espaciales a la ISS costó unos 2.700 millones de euros. Quién sabe si en un plazo medianamente breve esta empresa china a gran escala estará brillando en el espacio.

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